(Paloma está en el salón de su casa, muy nerviosa,
comiendo aceitunas compulsivamente. Lleva una camisa de hombre, es de Manu, su
último novio. La vemos sentada mirando fijamente hacia el teléfono, está
esperando una llamada. Va escupiendo los huesos en la mano y dejándolos en el
cenicero con una rapidez abrumadora. Parece que no haya hecho otra cosa en su
vida que comer aceitunas. Durante esta escena vemos como comprueba un par de
veces que el teléfono esté bien colgado. Música y final de Títulos.)
(Al acabar la música oímos la voz de Belén, que está mirando por la ventana y fumando. Durante el siguiente diálogo, Paloma no dejará de mirar el teléfono en ningún momento y contestará a su amiga como por intuición.)
Belén: (Mirando por la ventana)... Y me he dado cuenta de que he perdido la mitad de mi vida enamorándome de hombres que no me han hecho ningún caso...
Paloma: (Distraída)
Ahh ¡!
Belén: Y la
otra mitad sin hacer ni puto caso de aquellos que se han enamorado de mí
Paloma: ¿Y
eso?
Belén: (Se gira y le da una calada
al cigarrillo) Mmmhh, no sé... yo lo
llamaría des-sincronización sentimental
Paloma: Y
ahora ¿cómo estás?
Belén: Mira,
en estos momentos, lo único que me preocupa es levantarme por la mañana y tener
la sensación de que voy a vivir un día más, a tener una amiga más... o una
amiga menos...
(Paloma sigue comiendo aceitunas. Suena el teléfono, Paloma suelta las aceitunas que se caen encima de Belén y tira casi todo lo que había encima de la mesa por ir a descolgar el teléfono. Contesta con ansia. )
FRANCESCA WOODMAN |
2 comentaris:
Hundido, ¿así se dice en la batalla naval cuando has dado en el clavo? o bien ha metido el dedo en la llaga.
Sigue la serie, PAtricia, probablemente te guste más hacia el final !!!!
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