(Paloma y Belén van a abrir la puerta, se saludan. La
siguiente situación es extraña, Mariví y Duvi están partiéndose de risa todo el
rato. Belén y Paloma las miran con curiosidad y extrañeza. Durante todo el
diálogo siguiente a cerrar la puerta, se acomodan a la mesa de la partida,
Paloma ira trayendo cosas de la cocina hasta que se sienta.)
Mariví: ¿Pasa algo?
Paloma: No... no,
no... Y vosotras ¿por qué habéis tardado tanto?
Mariví: No os lo vais
a creer.
Paloma: Prueba a
ver.
Belén: Tus excusas
siempre son muy divertidas y elaboradas...
Mariví: Esta vez
tengo una testigo.
Duvi: Sí!!
(A Mariví le van dando ataques de risa y a Duvi también)
Mariví: Veréis...
un rato antes de llamarte por teléfono, hemos parado en un semáforo y un tío me
ha abierto una de las puertas traseras del coche.
Duvi: Y le ha
cogido el bolso.
Belén y Paloma:
¿Qué dices?
(Las dos han hablado a la vez, y se miran. Paloma sigue
de pie, sigue trayendo cosas de la cocina. )
Mariví: ¡Os lo
juro!
Duvi: Por culpa del
cierre centralizado.
Belén: ¿Y te han
levantado mucho?
Mariví: Que va!...
En la cartera debía llevar unas 2.000 pelas y la documentación siempre la llevo
en la agenda...
Duvi: La tenia yo
en las manos, mira tu que suerte!
Belén: Pues yo no
le veo la gracia
Paloma: Que susto,
¿no?
Mariví: Al
principio sí, incluso hemos intentado seguirle, pero después... bueno...
Belén: ¿Bueno?
Mariví: Es que en
el bolso solo llevaba la ortodoncia para que me la arreglaran porque me hacia
daño...
Duvi: ...Y el
vibrador!
(Risas generales)
FRANCESCA WOODMAN |
Belén: ¿También te
hacía daño?
(Aumentan las risas.)
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